Curso Bíblico: Tema 6

EL ÉXODO, LIBERACIÓN PARA UNA ALIANZA

1. Las plagas en Egipto

Como el Faraón no quiso hacer caso a lo que Moisés le pidió en nombre de Dios para el pueblo, el Señor mismo va a proponer una prueba de fuerza.

Moisés y Aarón, en nombre de Dios, van a hacer llegar grandes calamidades sobre aquel país: las aguas se volverán rojas; las plagas de ranas, de mosquitos, de tábanos y saltamontes; perecieron los ganados, sobrevinieron grandes tormentas y tinieblas. Solamente la décima plaga será capaz de hacer cambiar al Faraón de su punto de vista:

“Esa noche atravesaré todo el territorio egipcio dando muerte a sus primogénitos de hombres y de animales y haré justicia porque es la pascua del Señor” (Ex 12, 11-12).

2. La Cena Pascual: fiesta de la liberación

El paso de Dios siembra muerte en todas las casas de los egipcios, pero menos en las casas de los hebreos marcadas con la sangre del cordero pascual, porque el Señor había dicho “al verla pasaré de largo” (Ex 12, 1-14). Esta fiesta que todos los judíos celebran cada año recordando la liberación de Egipto, fue la que celebró Jesús con sus Apóstoles en la Última Cena.

Cuando el Faraón vio la muerte de los primogénitos tuvo miedo y llamó a Moisés para decirle: “Salgan de en medio de mi pueblo, ustedes y todos los israelitas y vayan a dar culto al Señor, como lo habían pedido. Tomen sus ovejas y sus vacas, puesto que así lo quieren y váyanse. Imploren una bendición también para mí” (Ex 12, 31-32).

3. Un pueblo en marcha hacia la Tierra Prometida

Desde ese momento el pueblo de Dios está para siempre en marcha y el Señor demostrará con su poder que nadie puede oponerse a sus planes de liberación.

Cuando el Faraón salió con su ejército a perseguir a los hebreos, ya habían pasado una región de lagos y pantanos junto al Mar Rojo, que la Biblia llama el mar de los Juncos y estaban ya en el desierto.

El Señor se sirvió de un viento fuerte y caluroso que sopló durante la noche para dejar atravesar a los hebreos y hacer perecer a los egipcios. Por esta victoria los hijos de Israel dan gracias al Señor. Todo el capítulo 15 del libro del Éxodo es un himno de acción de gracias.

“Cantaré al Señor, sublime es su victoria: caballos y carros ha arrojado en el mar,

mi fuerza y mi poder es el Señor, Él fue mi salvación.

Él es mi Dios y yo lo glorifico; El Dios de mis padres yo lo ensalzaré” (Ex 15, 1-2).

4. Alianza con Dios y sociedad fraterna

Estos hechos se graban en la memoria del pueblo, convirtiéndose en modelo de otras liberaciones. Dios se revela para siempre como rescatador de esclavos, como defensor de los indefensos, como salvador; en una palabra, como Señor de la Historia. para este pueblo queda todo un camino por delante:

· Aprender a ser libres, a manejar su vida.

· Aprender a organizarse como pueblo.

· Aprender a vivir la Alianza que Dios le ofrece.

Después de todo eso será capaz de vivir en la Tierra Prometida y de vivir su vida como DON DE DIOS.

En la primera etapa en el desierto (Ex 15, 22-18,27) el pueblo, con Moisés a la cabeza, descubre que este es un lugar desamparado que reduce al pueblo a las necesidades elementales de subsistencia: agua, pan, comida. También en estas horas difíciles confía en el Señor. Después de la liberación de la esclavitud viene la liberación interna, la de poner su esperanza en Dios y abrir el corazón a la Alianza.

Esto exige desprenderse del pasado: “Nos sentábamos junto a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos” (Ex 16, 3).

5. Alianza en el Sinaí

Al cabo de cierto tiempo, los israelitas llegarán al monte Sinaí y acamparán en sus alrededores. Precisamente en aquel lugar había escogido Dios a Moisés para ser el gran liberador. El sitio es impresionante y la Biblia dice que al tercer día (Ex 19,6) se oyó la voz del Señor en aquel imponente lugar de rocas peladas y rojizas, entre el ruido de truenos y relámpagos y un sonido prolongado, como de trompetas. El Sinaí humeaba como un horno encendido. El pueblo va a recibir los mandamientos, experimentando por una parte el temor y, por otra, el respeto. Estas diez palabras son la manifestación del amor de Dios y constituyen la LEY DE DIOS (ver Ex 20, 2-17).

“Ahora si escuchan mi voz y guardan mi Alianza, serán mi propiedad exclusiva entre todos los pueblos porque toda la tierra me pertenece” (Ex 19,5).

En este mutuo compromiso por parte de Dios y los israelitas consiste la Alianza y quedó sellada con un sacrificio según los ritos de la época.

Moisés mandó sacrificar unos novillos y con la mitad de su sangre roció el altar, símbolo de la presencia del Señor, y con la otra mitad roció al pueblo diciendo:

“Esta es la sangre de la Alianza que ahora el Señor hace con ustedes, según lo establecido en estas cláusulas” (Ex 24,8; ver relación con Mt 26, 28).

Dios se compromete con su pueblo, Dios quiere ser el Dios de este pueblo y por esto dice a Moisés: “Yo habitaré en medio de ustedes” (Ex 25,8).

6. La Comunidad de la Alianza y la Ley

Moisés construirá el Arca y organizará todo el culto. Todos los capítulos que siguen en el libro del Éxodo y el libro del Levítico y del Deuteronomio nos hablan del mundo legalista y ritual del Antiguo Testamento. Es difícil de entender, porque resulta remoto y extraño, pero lo más importante es captar el sentido religioso de los antepasados en la fe y como han sido capaces de buscar a Dios en la vida y en la muerte, en el ansia de ser liberados, en la preocupación por el prójimo, etc.

Nosotros que vivimos en el Nuevo Testamento no olvidemos que Cristo es el centro de la Alianza, de la Ley y del culto a Dios. Leemos en el Nuevo Testamento:

“El Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. De la misma manera, después de cenar, tomó la copa diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi sangre. Siempre que la beban háganlo en memoria mía. Y así cada vez que coman de este pan y beban de esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que vuelva”“ (1 Cor 11, 23-26).

He aquí una cuestión importante para nuestra vida: profundizar la historia del pueblo de Dios del A.T. para así BUSCAR A DIOS Y VIVIR COMO VERDADEROS CRISTIANOS en este nuevo pueblo de Dios en que Cristo tiene que ser “TODO EN TODOS”.

Ejercicios para el TEMA 6

EL ÉXODO, LIBERACIÓN PARA UNA ALIANZA

1. Lea atentamente el Salmo 23(22): “El Señor es mi Pastor”. ¿Qué recuerda del viaje a través del desierto que hizo Israel?. Escriba a base de este Salmo una oración personal.

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2. Leer Mt 22,34-40 y copiar aquí las frases que se refieren al Deuteronomio y al Levítico.

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3. Leer Juan 3, 1-16: Un nuevo Nacimiento.

a) ¿A qué Sacramento se refiere el texto?

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b) ¿De qué vida habla el texto?

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4. Comparar, con Biblia en mano, las dos columnas siguientes:

ANTIGUO TESTAMENTO	NUEVO TESTAMENTO
(Figura)	(Realidad)
- Elección (iniciativa gratuita de Dios) · Dios convoca a los hijos de Abraham (Ex 3, 4-15; 19, 16-20)	· Nuestro llamado: 2 Tim 1,9; Hch 13,17
- Respuesta (conversión) · Salida de Egipto: Ex 13, 17 ss. · Paso del Mar Rojo: Ex 14.	· Nuestro Éxodo es un paso de la muerte a la vida de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad, del pecado a la amistad con Dios. · Por los Sacramentos
- Alianza (compromiso) · Por parte de Dios: exige un amor recíproco (Ex 19, 5-6; Dt 7, 6-10) · Por parte del hombre: · Ex. 20, 2-3; 24, 7.	· Por parte de Dios: Jn 3,16; 13,1 · Por parte del hombre: Adhesión a Cristo (1 Jn 2, 1-17; Jn 3,16)
- Sacrificio (sello de la Alianza) · Sacrificio del Sinaí: Ex 24,5-8.	· De la Nueva Alianza: Mt 26, 28; Heb 10, 5-10

¿Cuál es la relación entre el Éxodo y nuestro Bautismo?

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Pregunta y actividad para la comunidad

1. Asistir a una celebración de Bautismo en su comunidad. Dialogar sobre el significado para la comunidad de la incorporación de un bautizado más.

2. Aclamemos como Moisés las maravillas de la Salvación orando en comunidad (a base del texto: Éxodo 15,1-21)